miércoles, 14 de julio de 2010

El comercio y el turismo

Desde un enfoque que privilegie la sustentabilidad, la preservación y la apreciación del medio (tanto natural como cultural e histórico) y acoja a los viajantes, debe generase nuevos polos de atracción y desarrollo económicos. Pensamos que por su auge, fomentar el ecoturismo sería beneficioso ya que convirtió en el segmento de más rápido crecimiento en el país y el sector más dinámico del mercado a escala mundial. Para nosotros, la experiencia del pequeño pueblo de Tomas Jofré no deja dudas sobre lo que puede hacerse con buena visión, esfuerzo, coordinación y perseverancia. Un fenomenal y exitoso polo gastronómico donde transitan más de 100.000 personas al año para disfrutar lo típicamente campestre. Vienen solos, en pareja, con amigos, familiares desde diferentes lugares. Especialmente los viernes, sábados y domingos marchan por autopista para degustar un día en este lugar y muchas de estas personas se acercan hasta nuestra ciudad a conocer sus hermosas iglesias, importantes edificaciones, plazas y parques, estancias o compran en diversos comercios productos artesanales. Creemos que ello podría optimizarse y aprovecharse no solo un porcentaje residual de los visitantes que lleguen hasta allí, sino que hay que generar algunas nuevas acciones directas de atracción turística, motivar al viajero a que si o si, visite y conozca nuestra cuidad. Que venga y disfrute del mejor fin de semana. Mercedes se lo merece, está a solo 100 km de capital y por ello debería planificarse un programa turístico- comercial que resulte positivo para los intereses de la comunidad, que resalte y contribuya a la preservación de los valores históricos – culturales de la ciudad. Se debe prever que en unos años más veremos variar la estructura poblacional (incremento) y que por ello debemos tratar de conservar grandes zonas naturales y recuperar otras (parques municipales), diversificar y dar lugar a nuevas actividades, incrementar el comercio local, introducir al pueblo y las zonas de influencia en el marco de la civilización y tecnologías actuales, mejorar y aumentar la estructura vial y de alojamiento de la ciudad; formar nuevos focos de alto poder económico; proporcionar mayor oportunidad de trabajo e independencia, etc. Ello precisamente debería ser impulsado por diversos “polos de desarrollo” desde el turismo y el comercio, con los que se podrá apuntalar la economía de la ciudad en esas diversas actividades productivas, comerciales y de servicios, generando a su vez un proceso de concentración en sus diferentes ámbitos: de la riqueza, poblacional y de servicios, sin generar problemas urbanos como el de asentamientos irregulares o de mayores necesidades de la población. Hoy los límites los ponen problemas sociales y ambientales antes los cuales hay que obrar no solo con ejecutividad en el presente sino también con una profunda responsabilidad frente a las generaciones venideras para minimizar los impactos negativos, para el ambiente y para la comunidad, que genera la actividad; construir respeto y conciencia ambiental y cultural; proporcionar experiencias positivas tanto para los visitantes como para los anfitriones; beneficios financieros directos para la conservación; fortalecer la participación en la toma de decisiones de la comunidad local; crear sensibilidad hacia el clima político, etc. Sin dudas le haría muy buen a nuestra ciudad crecer en base a un proyecto que desarrolle estos polos y pueda ofrecer al turista un circuito o programa temático divertido, hospitalario, educativo y relajador.

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